Si empieza a desarrollar su negocio desde su vivienda habitual, podrá deducirse en su IRPF los gastos de titularidad y suministros que correspondan a la parte que utilice para ese fin, según dispone la ley. ¡Atención! No obstante, trabajar desde casa también tiene desventajas: si adquirió su vivienda antes de 2013 y disfruta de la deducción por vivienda, la cantidad que podrá deducirse se reducirá.
En concreto, desde el inicio de la actividad ya no podrá aplicar la deducción por adquisición de vivienda habitual sobre la parte del inmueble que destine a su negocio (parte que pasará a estar afecta a una actividad económica). Apunte. Por ejemplo, si su vivienda mide 100 m2 y emplea para su actividad una habitación de 14 m2, sólo podrá aplicar la deducción sobre el 86% de las sumas satisfechas por la hipoteca.
Esta misma situación se dará en caso de que usted decida empezar a alquilar alguna habitación de su domicilio. La superficie de la habitación o habitaciones que destine al alquiler ya no disfrutará de deducción por compra de vivienda.
No obstante, dispone de una alternativa para mantener la deducción por vivienda en cifras similares a las de otros años. Apunte. Antes de que finalice el año, efectúe amortizaciones anticipadas del préstamo en cuantía suficiente para que, después de descontar la parte de los pagos que deben atribuirse a la superficie utilizada en la actividad, la base de deducción sea la misma que en años anteriores (con el límite de 9.040 euros anuales por persona).
Calcule con esta herramienta las amortizaciones anticipadas a realizar al final de cada año para seguir disfrutando de la misma deducción por compra de vivienda a pesar de destinar una parte del domicilio a realizar una actividad económica o alquilar alguna habitación.
Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del IRPF. Disposición Transitoria 18ª.1.a.