El teletrabajo genera nuevos riesgos para la seguridad y confidencialidad (recepción de e-mails maliciosos, acceso no autorizado a datos personales...). Por ello, conviene que disponga de un protocolo en esta materia para sus trabajadores. Utilice el modelo que le facilitamos.
Básicamente, estos protocolos regulan las medidas de seguridad y de protección de datos que deben adoptar los trabajadores que se acojan al teletrabajo. Una parte de estas medidas pretende proteger los dispositivos desde los que se teletrabaja. Por ejemplo:
También es aconsejable introducir en el protocolo otras medidas de seguridad tales como la obligación de desconectar la sesión de acceso remoto una vez concluida la jornada de trabajo, extremar la precaución para evitar accesos no autorizados por parte de terceros, y minimizar o evitar la utilización de documentación en papel.
Por ejemplo, que la información en soporte papel no se pueda desechar sin su previa destrucción, y que no se arrojen papeles enteros o en trozos en papeleras de hoteles, lugares públicos o en la basura doméstica.