Es conveniente que la empresa tenga una política retributiva clara, con el fin de evitar situaciones de privilegio o de discriminación entre sus empleados. La aplicación de esta política debe basarse en una correcta evaluación de su personal.
El modelo de retribución que adopte su empresa debe permanecer integrado en su estrategia y es conveniente que avance en la misma dirección. Se trata de una herramienta que podrá ser gestionada globalmente y a todos los niveles de la estructura organizativa y no exclusivamente por la dirección de Recursos Humanos.
Utilice la política retributiva como un instrumento de atracción, retención y potenciación del talento, es decir, de captación de los profesionales con mayor cualificación del mercado, si opta por la implantación de sistemas de compensación globales, flexibles, psicológicos o emocionales e individualizados.